Por Gaspar Herrera Farfán
“Entre un Gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente hay una vergonzosa complicidad”. VICTOR HUGO.
¿No se entiende o no se quiere entender que quedarse callado tiene el significado de aceptación ante Dios y el Diablo? ¿Que no hablar o defender es aceptar sin justificación cualquier reclamo? Cuando el sacerdote preguntó ¿vienen de manera libre y voluntaria a la acción de este importante momento? ¡No respondiste!, ¡Ya te fregaste!, ¡y así hasta el último día de tu vida! Porqué esta introducción tan rasposa y como dijera Duviges, ¡pa que raspe!, cuando se califica al hombre como ser pensante, digno de raciocinio, y sin embargo en su accionar tan solo demuestra no ser un digno merecedor de tan elogiosos conceptos. Cuando se pedorrea la burra aún sin tener porqué todos le gritan ¡salud!, o ¡sacudo por no barrer! Aún cuando jamás han agarrado una escoba. Y cuando la gata estornuda porque nombran a ¡Jesús!, si el estornudo es de gripe y ahí si se debe pedir ¡salud! No se entiende cuando a esa misma gata siempre se le mantuvo en silencio para que la señora nunca sospechara nada.
¡Santa Petra la Callosa! ¡ilumina las cavidades cerebrales de quienes practican la reflexión testicular cuando con sus decisiones son los que nombran a sus propios ladrones y les ceden los derechos de vidas, dinero, vinos, mujeres y más, y luego gritan ¡piratas a la vista!, ¡ladrones al abordaje!, ¡mujeres a babor cuando ayer en casa estaban en estribor y ahora ya no las pueden controlar! ¡Y qué carambas puede uno decir, reclamar, gritar, vociferar o pedir cuando en silencio, sí, en ese mas puro y selecto silencio jamás se tuvo la decisión de defender dignidades, honor e historia aceptando todo tipo de gente en administraciones, gobiernos, ayuntamientos, instituciones, etc. Etc. En la inocencia plural la inaudita justificación es que la confianza fue traicionada, y que prometieron no volverlo a hacer, y que estaban decididos a enmendar y al final ¡el embarazo fue colectivo! ¡Cuando vote por el estaba a punto de ser santificado! ¡pero la sociedad en colectivo va a elevar la voz ante el papa para pedir se impida su beatificación! ¡Háganme el favrón cabor!
¡Santa Petra la Callosa, sana a tu pueblo con tus lagañas milagrosas y quítales la valentía del grito cuando en su osadía gritan y reclaman en una exhibición de su misma ignorancia, ¡Ya no más!, y tienen en la mano la punta de la madeja para dejar el hilo de su existencia a quien lo quiera tomar por los siglos de los siglos los hilos. ¡Milagrosa Santa Petra, conductora de los destinos de quienes a base de años se han ganado los callos de su propia estupidez en el alma misma, jamás olvides a tus más humildes súbditos que te piden los sigas dotan de paciencia, templanza, obediencia y aceptación para mirar, oir, callar y gritar tan solo cuando uno sea visto y ridiculizado por su propia persona! ¡Permite Santa Petra aceptar con devoción el eterno contrato de matrimonio por siempre con el compromiso de ¡yo…prometo serte fiel en tu prosperidad y tus adversidades, y en tus robos amarte y en tu cinismo respetarte todos los días de mi vida! ¡Te lo pido en la comida Santa Petra la Callosa!
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